miércoles, 26 de diciembre de 2012

Escritura automática






La escritura automática (escritura libre, flujo de escritura o escritura por inercia) es otro de los maravillosos instrumentos que tenemos para acopiar las ideas. Consiste en dejarse "poseer" o "llevar" por un tema; debes anotar todo lo que se te venga a la cabeza, tal como viene; no debes parar. Trata de "desocuparte" de todo lo que sepas de un tema. 

Curiosamente, la mayoría de los aprendices hacen eso cuando se les pide un texto; le colocan un punto final, revisan alguna tilde o una palabra mal escrita ¡y lo entregan! Al menos que seas un experto en el tema y en la escritura, escribir así sólo te sirve para recoger información (acopiar las ideas) pero nunca para construir un texto (tejer el texto). Para mejorar el texto iremos viendo los procesos de construcción y corrección.


El éxito de la escritura automática gira sobre dos puntos. Por un lado, su impulsividad nos obliga a no tener reparo en lo que escribimos. Es decir, no le pones trabajas a lo que dices; lo dices y punto. No hay escrúpulos, no hay tabúes; no hay trabas. Sencillamente, la información, de cualquier calibre, va saliendo y saliendo. Es ideal para sopesar los temores; pero también cuando se encuentra problemas de comenzar a escribir, rompemos el pudor que nos genera la página en blanco. Por otro lado, la escritura automática nos brinda una gran cantidad de texto; lo cual es genial cuando estamos escasos de ideas. -En este momento, siempre debes valorar más la cantidad del texto que la calidad del mismo.-

Serafini (1994):


         Cómo se realiza


En una hoja de papel se empieza a escribir, intentando seguir el curso del pensamiento propio. La principal característica del flujo de escritura es la velocidad: el ritmo de producción del escrito es la velocidad: el timo de producción del escrito es mucho mayor que aquél con el que se realiza el texto propiamente dicho. Durante el flujo de escritura hemos de concentrarnos sobre todo en nuestros pensamientos raramente nos detendremos a releer las frases y los párrafos anteriores. En cambio, en la fase de producción del texto definitivo, dedicamos mucho tiempo al análisis de las frases, párrafos y secciones ya producido, para mejorar la forma y buscar la ilación con las líneas siguientes. Además del flujo de escritura, es posible recoger los propios pensamientos expresándolos en voz alta frente a una grabadora, tal como surgen. El discurso puede trasladar luego de una cinta al papel tal como se expresó, o bien convertido en una lista de ideas más ágil.


       Los errores más comunes:
  
Pensar que el texto escrito de un tirón es ya el definitivo.

Escribir un texto muy largo sin darse un límite de tiempo.



-este último error es bueno tenerlo presente porque se suele repetir lo ya dicho o alejarse del tema-






  
Tomado de: Serafini, M. (1994). Cómo se escribe. Barcelona: Paidós.



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