Hoy, traigo una "lección" más; aunque me gustaría llamarlo mejor consejo, entre amigos. Así, sin más rodeos, comenzaré:
Siempre estamos buscando fórmulas mágicas para ser más ricos, más apuestos, más
inteligentes. Y las encontramos, pero después de probarlas quedamos algo
decepcionados. No existen; o por lo menos, a mí no me han funcionado. Lo mismo
sucede cuando nos miramos al espejo y vemos esos gorditos de más, esos músculos
aburridos y flácidos. Estamos buscando la ensalada de verduras que nos hagan
ver más delgados al instante. En la escritura suele pasar lo mismo. Entramos a
diversos Blogs esperando encontrar la "mágica", la que nos va a
llenar de dinero o nos va a convertir en escritores exitosos.
Vamos aprender, pero con calma. Espero que lo dicho te haya puesto más
tranquilo, reducir las revoluciones y la ansiedad por "llegar a ser o
saber". Si quieres ser el mejor escritor para mañana, no te puedo
ayudar;¡ no sé cómo hacerlo! En cambio, te invito a entrar al gimnasio de la escritura y mejorar un poco todos los días.
Así, compañeros de viaje quiero que nos llenemos de paciencia, dejemos los
afanes a un lado, y nos comprometamos un poco todos los días. Si has recibido
lecciones de natación, conducción, de canto, sabrás que no te
vuelves bueno de la noche a la mañana. Es necesario cada día un poco. Y
para reafirmar lo dicho hasta aquí recordemos lo dicho por el viejo
Aristóteles: "Somos lo que hacemos día a día; de modo que la
excelencia no es un acto, sino un hábito".
Dado que ya nos calmamos, eso espero, y desistimos de la fórmula
mágica podremos ser más receptivos. Y lo primero que digo es que debes
hacerte con un DIARIO -supongo
que ya lo adivinabas-. Sí, no importa si es en el pc, en hojas blancas, o en un
cuaderno cuadriculado. Lo esencial es que te subas todos los días a la máquina
y practiques. Es decir, escribe en él sobre uno o muchos temas. No debes tratar
de hacerlo muy rigurosamente. Es el parque de diversiones; el Spa. Es el
momento de soltarse, de perder miedos y conocer el lenguaje, de manera cómica,
si se quiere. Otros textos sí necesitarán de tratamiento serio
y quirúrgico. Aquí no. Es el lugar de la desfachatez, de relajarse, de no
preocuparse por nada. Así, poco a poco irás conociéndote y
también conociendo el lenguaje, las palabras. Porque recordemos que las
palabras son los colores del escritor. Entonces, el Diario nos permitirá tomar el hábito de
escribir y fortalecerá tus músculos escriturales. Vamos a ir todos los días al gimnasio, aumentar las "verduras" y mejorar un poco cada día.
Mi segunda sugerencia
Ahora, que ya
establecimos un plan de entrenamiento, te aconsejaré una disposición de ánimo
necesaria para escribir: Gozarla. Debes disfrutar tus ejercicios, tus
exploraciones por territorios salvajes. No importa si escribes con fines
académicos o literarios. El divertirse es necesario, aunque a veces nos parece
imposible. No debe ser algo serio, mecánico y aburrido. No. Para ello, la escritura
debe ser parte de tu vida. Envuelta de sentimientos y afectos. Debe ser parte
de tu película. En caso contrario, ¿Qué sentido tendría para ti?
Resumiendo: debemos disfrutar la escritura y practicarla a diario para fortalecer y sacar lo mejor de nuestros músculos escriturales.
Con esto termino mi consejo. ¡Ánimo!
-Gracias por leer, Nos vemos la otra semana-.
Yo me voy a unir a estas "clases" vamos a ver qué aprendo
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