"Malas noticias, son buenas noticias" es uno de los preceptos del periodismo -sobre todo del amarillista-. A veces la redacción no va encaminada ni para informes de laboratorio en el cole, ni para ensayos en la universidad, ni guiones para la dramática; sino para informar sobre un hecho noticioso. Este es un mini mundo en el oficio de la escritura; y tiene sus "mañas" como todo oficio. Sobra la invitación para ojear la obra recomendada del día.
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